Get Adobe Flash player

Productos

×

Advertencia

Asigne el componente Virtuemart a un elemento del menú

Cartas morales a Lucio. Séneca

E-mail
No disponible
Descripción

Cartas morales a Lucio. 2 Tomos. Séneca

Editorial: Iberia 1955

Tela editorial. 19x12 centímetros. 287 y 280 páginas.

Este libro es un conjunto de cartas que Lucio Anneo Séneca escribió cuando tuvo correspondencia con Lucilio el menor; un naturalista que vivió en el siglo I d. C. Es una edición completa de las cartas una oportunidad de acercarse a una de las obras más reconocidas, importantes y asequibles de la filosofía antigua, y que más influencia ha tenido en los siglos siguientes y hasta nuestros días. Es innegable en los primeros siglos de nuestra era, en especial su influencia en el cristianismo primitivo y tras el Renacimiento en autores humanistas como Petrarca o Bocaccio.

Las Cartas a Lucilio, también conocidas como Epístolas Morales a Lucilio constituyen una colección de veintidós libros que reúnen ciento veinticinco cartas o epístolas. Escritas entre los años 62 y 64, se dirigían al procurador romano Lucilio, del que no se tiene muchos datos más allá de las cartas de su amigo. Escritas cuando Séneca rozaba los sesenta años y tras una azarosa vida pública, muestran no sólo el pensamiento de su autor, sino sus inquietudes, sugerencias o vivencias. Era una época de retirada de la vida pública, apartada del reconocimiento y del lujo. Su estilo claramente tendencioso y vivaz nos enseña cómo ha de vivirse según las doctrinas estoicas. El sabio es quien se ha despojado de la servidumbre de las pasiones, por lo que la sabiduría, el saber vivir, es el camino hacia la felicidad plena y la máxima estabilidad. La vida plena requiere disciplina y firmeza frente a los pasajero y secundario. Gracias al dominio de la razón y la filosofía se puede alcanzar la felicidad. El vaciamiento del ego y el desapego de lo material son recurrentes en todo el conjunto. Es famoso el episodio que dio lugar a su suicidio tras la falsa acusación en una conspiración para asesinar al emperador Nerón. Con la máxima coherencia se abrió las venas de brazos y piernas e ingirió la cicuta socrática, muriendo en un baño caliente para acelerar el proceso.

Compartir

Siganos en